EL MEJOR LIBRO DEL MUNDO.
Autor: Manuel Vilas.
Ed: Destino. Ed: 1ª; año 2024. Pág: 583
“La unidad del universo
descansa en la soledad.”
Manuel Vilas
(Barbastro,1962) es uno de los escritores aragoneses con un reconocido
prestigio, tanto nacional como internacional. Fue un poeta hasta que se dio
cuenta de que la poesía es un arte literario que tiene muchas limitaciones para
llegar al gran público, Por tanto, hizo un pacto con la prosa y entonces sí,
entonces despega el “Gran Vilas” con un excelente y apreciado estilo narrativo.
Posiblemente fuese una sabia conseja del fantasma de Lou Reed.
En Vilas localizamos
distintos estilos narrativos: autobiografía, libros de viajes, relatos,
ficción. Su gran triunfo, con el que marca un antes y un después, es su novela
autobiográfica “Ordesa”. Tras ella vino a alimentar su ilusión de escritor el
Premio Nadal y ésta última, que está cosechando un éxito indudable: “El mejor
libro del mundo”
Cumplir 60 años le da una
visión del mundo muy singular. Le conduce en esta novela a presentar actos
reflexivos muy interesantes. En ellos se transparentan los muchos años vividos
ante los menos que le quedan por vivir. Porque para poder hablar de un “empate
técnico” tendría que vivir 120 años.
Así como en Ordesa, en
esta nueva novela, el autor sigue con sus razonamientos empíricos entre la vida
y la muerte. Tal y como ya comenté en “Ordesa”, Vilas desmenuza, con precisión de cirujano las tragedias de
la vida…! y de la muerte!
La parca sobrevuela, liviana, desde la primera
hasta la última página del libro. Decenas de veces el autor se planta ante el
misterio de la muerte, del morir. La analiza, la escruta despacio y se hace
preguntas sobre ella. La mayoría de las veces, es él mismo el que da las respuestas.
Para Vilas, el mayor acto de humillación es la muerte; es reiterativo con la
presencia de la ”sin dientes”, de las muertes, de la “no vida”.
El libro está lleno de reflexiones que, aunque en un principio pueden tener
un aderezo de socarronería, encierran toda la verdad del mundo. Sus
progenitores siguen siendo parte esencial en esta andadura a través de su vida
e interaccionan con él. Vilas explora, escruta y analiza los distintos planos
espacio-temporales de su vida diletante. Poseído, hasta la saciedad, de ese
espíritu libérrimo y transgresor.
Nos comentará que tiene cierta precaución con el éxito y, cuando lo
alcanza, piensa que ese hecho no tiene nada que ver con él.
Pero en “El mejor libro del mundo” no estará solo. Se hará acompañar de
vivos y muertos, de fantasmas como el de Lou Reed, el de Baudelaire, Rimbaud,
Dante, Dalí, Kafka, Ernst Jünger y tantos otros. Y nos expondrá su duda
incesante con respecto a la poesía; ese binomio personal de amor-odio hacia
ella y que ya es una constante en el pensamiento de Vilas.
Y hablará de algo tan insondable e incierto como es el amor. También de
su dudoso ateísmo pertinaz. También sobre las drogas autorizadas, empezando por
el alcohol y terminando por los psicofármacos. Y solo Manuel Vilas es capaz de
poder arrojar una reflexión metafísica, concienzuda, alrededor de un pincho de
tortilla con chorizo.
En fin, estamos ante un libro relativamente pseudoautobiográfico. Y
según sus palabras, también este libro tiene como tema principal, la comedia
humana.
Cometamos un acto transgresor : ¡Leamos a Manuel Vilas!
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