LA VOZ DE MI PENSAMIENTO.
Autora: María del Carmen Jara Martínez.
Ed: Letrame Ed:
Año 2021
“Ángeles caídos que
esperáis la señal.
Agitad vuestras alas…
Preparad el vuelo…”
María del Carmen Jara
Martínez vino a nacer un dos de febrero del año 1974 en Cartagena (Murcia).
Aunque no la conozco personalmente, he tenido la oportunidad y el placer de
charlar telefónicamente con ella sobre diversos aspectos de la literatura
actual. A pesar de ello, solo tengo los datos que ella misma me ofrece:
“Impregnada por las aguas del Mar Mediterráneo, traían
a mi memoria recuerdos de existencias que no sabía cómo interpretar, es por
ello que decidí bucear en los recuerdos de mi interior”.
Su obra “La voz de mi pensamiento” es un libro
ciertamente original y no menos curioso. Pero me preguntarán ustedes ¿y que
tipo de libro es? ¿es un libro de poesía? Les diré que no; ¿de narrativa?
Tampoco. ¿de autoayuda? No. ¿de carácter filosófico? No. Pero ¿entonces que
tipo de libro es? Pues es un libro que abarca un poco de todo lo citado
anteriormente, expuesto, mezclado y equilibrado en su justa medida.
Es una lectura con un contenido tan denso que no se
puede leer “de tirón”. En mi lectura hacía una o dos páginas, a lo sumo, para
poder rumiar y reflexionar sobre todo lo leído.
El contenido gira y abunda en diversos sentimientos,
pero el que predomina es el AMOR y su fuerza reparadora. La autora da suma
importancia a este concepto más como vehículo y apoyo filosófico que como
sentimiento humano: “¿Qué es este mundo sin amor?”
Queda patente la vasta cultura que posee la autora en
todos los aspectos humanos. Lo demuestra, por ejemplo, al ofrecernos citas muy interesantes como la
de Georges Sand: “Dejadme escapar de la mentirosa y criminal ilusión de la
felicidad”. O la James Macosh: “Un buen libro no es aquel que piensa por ti,
sino aquel que te hace pensar”. O ésta última de Francoise Sagan: “Amar no es
sólo querer, amar es…comprender.”
Nos habla del eterno debate del Infierno: “¿Hay peor
infierno que el mundo en que vivimos?”. No hay más que mirar el actual, el del
siglo XXI: guerras, hambrunas, pandemias, etc; sentencia María del Carmen. Todo
ello le conduce a comparar la vida con una partida de ajedrez.
Reniega, una y otra vez, de la manipulación del hombre
por parte de los poderes fácticos. Incluso habla del miedo como instrumento
catalizador del sometimiento del ser humano. Y demoniza la hipocresía como un
defecto terrible de nuestra sociedad y al EGO y su poder destructivo.
También nos ofrecerá distintas definiciones, muy
interesantes, de lo que es la poesía y, al final se hace una pregunta
demoledora: ¿es Dios el creador del hombre?
Nos manifestará y nos trasmitirá su inmenso respeto
por la Naturaleza: “Soy hija de la Luna y el Sol. Con la Madre Tierra soy Una…”
La autora nos ofrece también pasajes especialmente
bellos como el del payaso y el afinador de almas (¡qué bonito!). O el poema,
magnífico, que dedica a la Luna. O el que dedica al desastre de Notre Dame de
París. O, en fin, el párrafo que dedica a la reina egipcia Hatsepsut.
Respecto a las leyendas se manifiesta de esta manera:
“no existe leyenda sin historia real”. Y maneja admirablemente la simbología,
así como el lenguaje mistérico.
Me llama poderosamente la atención otra de sus frases:
“Una mujer valiente que se dice: no me detendré ante nada, rota a veces,
sí…Pero siempre de pie.”
En definitiva, la autora ha hecho una serie de
reflexiones, de principio a fin del libro, sobre el amor, la vida, la
esperanza, el fracaso, la razón, el mundo…
Y que mejor final de esta reseña de “La voz de mi
pensamiento” que esta frase: “Fallar es temporal; rendirse es permanente”.
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