BLANCA LUZ BRUM. Una
conversación, seis postales y una vida.
Autor: Miguel Albero.
Ed: Zut. Ed: 1ª, año 2022.
Tras leer el último libro
de José Luis Melero (Bibliotecas y extravíos) entre otras lecturas
interesantes, me llamó la atención el capítulo que dedica a la poeta, escritora
y periodista Blanca Luz Brum. Me pareció una mujer interesante y digna de un
mayor estudio. Por tanto, adquirí el libro de Miguel Albero que hoy nos ocupa.
Blanca Luz fue una mujer
apasionante cuya mejor obra fue su propia vida. Escribió tanto poemas
deliciosos como prosa muy poco interesante.
“Yo acostumbro a tirar
piedras a los pájaros, y a escupir en los zapatos lustrados.
Déjame desconocida, pero
bastante odiada y envidiada.”
Nació en Pan de Azúcar
(Uruguay) el 31 de mayo de 1905 y murió en Santiago de Chile en el año 1985.
Desde muy joven se dedicó a la causa revolucionaria y a intimar con el
comunismo latino-americano. A los 16 años se casó con el poeta peruano Juan
Parra del Riego. Cuenta la leyenda que éste la llegó a raptar del convento de
monjas donde residía. Tuvo un hijo, Eduardo, muy poco antes de que muriera por
tuberculosis su marido. Se casó tres veces más, pero con el último marido se
intuye que fue más por interés económico que por amor. Nuestra heroína se va
derechizando hasta el punto de que acaba siendo peronista y, lo que es peor,
colaboradora del régimen del dictador Pinochet.
Entre sus anécdotas mas
sonadas podemos recordar aquella en la que acudió a casa de Vicente Huidobro y,
ni corta ni perezosa, comenzó a pasearse por la casa como Dios la trajo al
mundo. Al ver tamaña osadía la mujer de Huidobro la despidió ipso-facto.
Otra de ellas fue
compartida con Neruda. Éste se encontraba con García Lorca y le dijo que iba a
pasar a la acción con Blanca. Según Neruda si hubo escarceo sexual, pero Brum
lo negó. Lo asombroso del caso es que Neruda mandó a su amigo Lorca a vigilar
que nadie les importunase con tan mala suerte que Federico tropezó y se cayó,
con el infausto resultado de una pierna fracturada. No obstante, no hubiera
sido de extrañar sabiendo sus aventuras sexuales, conocidas en toda América.
El muralista mexicano
David Alfaro Siqueiros fue el gran amor de su vida y contrajeron matrimonio,
aunque éste estuvo lleno de luces y sombras. Alfaro llegó a maltratarla en
público.
Son famosas las juergas
que se corrió con personajes conocidos tales como Marlene Dietrich, Frida Kahlo
y su marido Diego Rivera, Chaplin o Charles Laugthon.
En consecuencia, podemos
afirmar que fue una mujer apasionada por la vida y sus vicios y debilidades y
su andadura por la vida fue curiosa, terriblemente escandalosa e intensa en
todos los aspectos.
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