MUJER DE OTOÑO.
Autora: Pilar Clau.
Ed: Olifante. Ed:
1ª, año 2023.
“El miedo es una mariposa
negra con alas de seda. A veces puede hacerse grande como un hombre.”
Pilar Clau (Laluenga; Huesca)
cursó estudios en la Facultad de Filosofía (Filología Hispánica) en la
Universidad de Zaragoza. Su trayectoria profesional la inclinó hacia el mundo
periodístico. Así, es columnista del diario aragonés “Heraldo de Aragón”. Además,
ejerce de profesora de Comunicación corporativa y protocolo en el CEU. A día de
hoy, tiene publicadas dos novelas “Pétalos de Luna” (2016) y “La sobrina”
(2018).
Leer el poemario de Pilar es una verdadera
delicia. Versos correctos y muy bien estructurados en los que subyace un gran
trabajo de corrección.
“Mujer de otoño” está
dividido en 4 partes muy diferenciadas: Mujer de otoño, Introspección, Aire y
Amor. El título del libro da también nombre a una de las cuatro partes y al
primer poema que leeremos:
Con los primeros fríos
reverdezco; / se me nota que soy mujer de otoño, / fruto de esta estación, como
el madroño. / Cae la noche en la tarde y yo amanezco.
La intensidad del verde,
el gris del cielo. / Las aves demudan su plumaje / y se disponen a emprender el
viaje / antes de que el sustento se haga hielo.
Ocres, granates,
amarillas, rojas. / “En una decadencia de hermosura, / -dijo el poeta- la vida
se desnuda”. / Se marchan las cigüeñas, caen las hojas.
Y en esa desnudez late
otra vida. / Cantos del petirrojo trae el viento, / se abre el ciclamen, brota
el pensamiento, / silva el zorzal y el escribano anida.
Se me nota en la piel que
soy de otoño / como las uvas, como las manzanas, / como las nueces, como las
castañas. / En tiempo de las setas yo retoño.
Se me nota en los sueños,
en los versos: / cuando hendían el cielo las golondrinas / entre membrillos,
granadas y endrinas, / yo di en otoño mis primeros besos.
En este bello poema, la
autora muestra su predilección por la estación otoñal. Para ella, lejos de ser
un periodo agónico es cuando eclosiona un cierto tipo de vida; es transformación,
es transmutación, es en parte otra vida que se nos ofrece.
La poesía de Pilar Clau
es muy intimista y ciertamente muy personal. Y su lectura es de una belleza y una
sensibilidad manifiesta. Es poesía muy vitalista, llena de esperanza. En ella
muestra multitud de sentimientos que se resumen en: Vida-Miedo-Amor.
Canta al miedo como
limitador de libertad pero que una y otra vez es vencido:
“No tengo miedo. / Ya no
tengo miedo. / El miedo es solo una excusa / para no creer, / para no llevar a
cabo mi propósito. / El miedo me impide ser yo. / Y yo creo en mí.”
En el apartado de “Aire”
encontramos cierto guiño a la poesía rural, muy lírica como corresponde. Pilar
canta al cielo, al sol, a la siembra, a los valles, a los fértiles campos, a la
vegetación, a las praderas, al viento y a la lluvia:
“Campos de oro, que
parecéis un mar / embravecido. / Olas de trigo y sol. “
Comentarios
Publicar un comentario