PIRINEOS, TRISTES MONTES.
Autor: Severiano Pallaruelo.
Ed: Xordica. Ed:
4ª; año 2023.
“Hace treinta años bullía
la vida en un millar de aldeas repartidas por estos montes; ahora, en la mitad
de ellas, ni la muerte mora ya.”
Severino Pallaruelo
(1954) es natural del pueblecito oscense de Puyarruego, localizado en el profundo valle pirenaico de
Añisclo. Como profesión ejerció de profesor del Instituto de Sabiñánigo. Actualmente es conocido a
nivel nacional y, especialmente en nuestra tierra aragonesa, como escritor,
geógrafo, historiador y etnólogo. Como el azar quiso que naciese en aquel
recóndito y precioso valle de los Pirineos aragoneses enseguida comenzó a
interesarse por la vida cotidiana, por las costumbres y, en definitiva, por la
etnografía del lugar. Estos conocimientos exhaustivos sobre aquella dura vida
rural en aquellos pagos le condujo a plasmarlos en el papel.
En el año 2010, recibió el premio literatura del
Salón del Libro Pirenaico de Bagnères-de-Bigorre por esta
obra precisamente.
Hace escasos días, tuve la suerte de pasar a
conocer a Severino por sus escritos a conocerlo personalmente. Y es tan buena
persona como escritor.
En “Pirineos, tristes montes” el autor, una vez
más, se aferra a la tierra, a aquel recóndito valle que le vio nacer. Se empapó
de costumbres, de paisajes nevados, de leyendas y de historias narradas frente
a la lumbre de la cadiera por sus vecinos. Así nace este libro hace más de
treinta años.
El libro presenta una colección de 28 relatos en
los que estará muy presente la vida cotidiana y turbadora a veces, en aquellos
montes:
Habrá una joven maestra embarazada que guardará su
secreto hasta la muerte. Rivalidades entre familias en las crecerá el odio
hasta desear la muerte del contrario. La historia del gato “Palomo” y sus siete
vidas. La vida y circunstancias de dos solteros llegados a viejos.
La emigración, sobre todo de las jóvenes, a
Barcelona a servir en linajudas casas. La agonía, lenta e inexorable, de las
aldeas de los Pirineos recónditos. Escenas y crónicas de la dureza y tragedia
de la Guerra Civil en aquellos pagos. El éxodo arriesgado y peligroso de las
gentes a través de los puertos del Pirineo
hacia Francia. Así mismo recorrerán el mismo camino los emigrantes temporales
para trabajar la tierra en el país vecino y traer algún dinero a la renta
familiar.
En definitiva, estamos ante un libro sugerente,
curioso unas veces y turbador otras, en el que conoceremos los padecimientos de
aquellas gentes olvidadas de Dios.
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