LIBROS BUENOS Y LIBROS MALOS.El otro día me preguntaba una buena amiga, seguidora de mis post librescos, que todos los libros que leía los ponía por las nubes. ¿Es que no hay alguno malo?, me dijo.
Inmediatamente le di una serie de razones que la convencieron. ¿Por qué leer un libro malo con tantos y tantos excelentes que quedan por leer?
Además, en la literatura no existe el “para gustos los colores”; un libro malo es malo para todos los lectores y punto. Entonces es bueno asesorarte de amigos apasionados por la lectura. A mi me ayudaba mucho mi buen amigo Pepe Verón y ahora lo hace mi querido amigo Pepelu Mosteo (Jose luis Gracia Mosteo, al que tendré el honor de presentar su último libro en Calatayud el día 28 de este mes). Pero hay otros amigos como Jose Luis Melero, Miguel Ángel Yusta, Pepe Corral, Javier Barreiro, José Miguel Guallar, entre otros. La complicidad literaria con Nuria Amela, concejala de Cultura y responsable de la biblioteca, me facilita también el conocimiento de nuevos libros y autores. Y no olvidemos jamás la intuición del lector, al fin y al cabo es el que lo va a disfrutar. También es bueno leer artículos o secciones literarias como “El cultural” que incluye todos los jueves el Heraldo de Aragon, sabiamente dirigido por Antón Castro. Otra de las herramientas son las listas de súper ventas pero con cierto reparo.
Irene Vallejo, en su ya éxito de ventas “El infinito en un junco”, nos daba a conocer un dato espectacular y abrumador: se llegan a publicar 86.000 libros al mes. ¿Cuántas vidas necesitaríamos tan solo para leer todo lo publicado en un mes?
Por ello hay que priorizar la lectura y una de las premisas fundamentales es asesorarte bien.
Por eso, desde mi humilde sección de lector compulsivo, intento ayudar e invitar a leer libros que merezcan la pena. El comentarlos es ya un atrevimiento de servidora. Pero también me lo paso bien con ese ejercicio, que es de lo que se trata.
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