EL PASEO EN BICICLETA.

Antón Castro. Prólogo de Miguel Mena.

(Edit. Olifante, año 2011)

Para Antón Castro la bicicleta ha sido siempre un misterio de metal insondable. Ha sido su Santo Grial y, a la vez, su demonio rojo.
Esta deliciosa publicación compuesta por 26 poemas, bien en prosa, bien en verso, gira alrededor del misterioso animal de hierro que es la bicicleta. Es el vehículo que articula la palabra de Antón con el lector. Es la excusa perfecta para hilar y aglutinar unos poemas maravillosos.
Especialmente relevantes para mi han sido “Las vidas imposibles de Horacio Quiroga”, aquel poeta y narrador uruguayo que cantó las miserias y tragedias de la vida como nadie. Fue un tremendista y por ello Antón se intranquiliza en su silla, enojado. Lo afirmara por tres veces loco.
Otro poema está dedicado a la cantante, modelo y actriz alemana Christa Paggen (Nico). En éste, el autor canta en pocas líneas su dilatada y azarosa vida hasta su óbito, fruto de la caída con una bicicleta en Ibiza.
En “Autorretrato con bicicleta” conoceremos a Natalie Lennard, una excelente fotógrafa más conocida como Miss Aniela. La artista explorará, a través de un espejo o montada en una bicicleta, su autorretrato desnudo.
En otros, Antón Castro nos hablará del viaje de novios del matrimonio Curie en bicicleta, de la tragicómica vida de Laurent Fignón, del nacimiento de la Expo zaragozana a orillas del padre Ebro.
También dejará escritas sus impresiones al arribar, como buen mariñeiro galego, a la ciudad del viento.
Una vez más, leemos con verdadera pasión a ese Antón Castro, pleno de impresionismo literario; el malabarista de la palabra.